Estuve buscando las palabras correctas para poder expresar mis sentimientos acerca de la tragedia ocurrida con los niños en Fundación Magdalena. Mis hijos y los hijos de muchos de nosotros pueden estar en situaciones parecidas aquí o allá y aunque creamos que estamos a salvo, no hay ninguna garantía.
No quiero parecer paranoica, pero las circunstancias me afectan mucho, ya que tengo tres hijos y me duele como madre, como persona y mucho más como colombiana todo lo sucedido.
No quiero ni imaginar la gran tristeza de esos padres que nunca más verán a sus hijos, todo por un absurdo accidente. Es inaudito que estas cosas pasen y mucha gente no tome conciencia de lo frágil que son nuestras vidas.
Desde lo más profundo de mi corazón, espero que Dios les de sosiego a todos los familiares y amigos de estas inocentes víctimas y que puedan soportar con fortaleza estos duros momentos.
Lo único que me queda es rezar y amar a los que están a mí alrededor para no perder la esperanza de seguir luchando.
Yo soy católica, y espero que nadie se ofenda con mi artículo. Desde la distancia les envió mis abrazos y una voz de aliento.
Con mucho cariño Nohora Smith