Mi Cultura Popular Colombiana
Es de verdad un aspecto que afecta a todos los que viven en el país y para aquellos que la visitan de vez en cuando es algo más evidente.
No pretendo hacer un estudio social o antropológico de la vida urbana, pero si puedo dar mi punto de vista de aquello que me afecta personalmente.
1. Seguridad
Creo que es lo primero en lo que pensamos y mucho más cuando viajamos con niños. Tenemos que ser muy precavidos en todos lados y no solo en Colombia. Pero mi primera sugerencia es: tomar un taxi desde un lugar seguro y ojala llamarlo, saber la placa y una vez en el taxi asegurarse de ver el nombre del conductor y que este prenda el taxímetro una vez se haya cerrado la puerta. Además hacer una conversación mínima con el conducto es cortes y siempre ayuda a que el viaje sea menos estresante. Sin embargo por idiosincrasia se tiende a entablar una charla donde en realidad sale mucha información delicada que es mejor no compartir con extraños.
Por ejemplo, mis hijos no hablan español muy bien y por ende no los dejo decir ni una sola silaba mientras estamos en un taxi y si en dado caso es inevitable y el taxista me pregunta yo siempre digo que están en una escuela bilingüe y los profesores nos recomiendan hablarles todo el tiempo en inglés.
2. Las Marcas de los Productos
Somos una sociedad apegada a los nombres conocidos e impresionables con aquellos que no tenemos idea que significan.
Siempre lo he dicho, hay buenos productos colombianos, pero lo importante es comprar ingredientes y no marcas.
Las ventajas del libre comercio no se aplican equitativamente en todos los sectores. Los campesinos no dan puntos como los supermercados de cadena, pero si dan ñapa. Ir a la plaza de mercado o galería es un paseo casi inspirador para alguien que le gusta cocinar. Además los productos son orgánicos, frescos y la atención al cliente no puede ser más personalizada que esta.
Señora, mi amor, mija, hermosa son apelativos que invitan a ver los productos con toque de respeto mutuo y con la sonrisa del vendedor de ver salir sus artículos en buenas manos, como hijos que salen del terruño familiar.
3. Gastronomía Familiar
El menú familiar Colombiano no tiene nada que envidiarle a los mejores restaurantes internacionales. Un dia se come ajiaco, el siguiente italiano, crepes franceses y para el fin de semana churrasco o fritanga. Ahí si todo depende del grupo, animo o clima.
4. Política
Desde la colonización el país ha estado dividido y lo mas probable es que siga así por un buen tiempo. Sin entrar a controversias, yo pienso que hacer oposición es saludable. Además es nuestro derecho en una sociedad democrática.
Aún no hemos llegado al punto de NO poder hablar en público o en grupos de amigos en una reunión. Tenemos opiniones distintas y eso nos hace libres. Aunque estamos supeditados a mandatarios elegidos bajo el populismo, la izquierda, derecha o centro.
Candidatos buenos, malos y re malos hay por todas partes y los que a veces llegan al poder no son los correctos para lo que fueron elegidos. Aun así creo yo que lo importante no es el partido sino el candidato.
Como dice un viejo y conocido refrán: “Que venga el diablo y escoja”.
5. El Arte
Cubre muchos aspectos, inclusive la gastronomía. Pero en los pocos días que estuve en Colombia, vi a algunos colombianos ejercer una gran lucha por la identidad perdida y la recuperación de viejas tradiciones.
Festivales, encuentros, ferias, muestras gastronómicas y exposiciones, son un gran estímulo para recuperar la memoria. Nos ayuda a No olvidar el proceso de la historia y a su vez nos ayuda a poder hacer una mejor fusión a la vida cotidiana. Solo espero que estas iniciativas NO se politicen y cambien su sentido primordial.
Debo reconocer que hay pioneros en todas las áreas del arte Colombiano, pero no hay que olvidar que los primero pobladores fueron los gestores de nuestra historia y no se puede uno proclamar a sí mismo como el único en cada rama.
Yo pienso que: “La fama es efímera, pero la huella que dejas puede ser permanente”. Depende solo de ti, que es en realidad lo que quieres y los recuerdos y memorias que quieres dejar en los demás.
Escrito por: Nohora Smith