Lo que me dejó el mundial de fútbol 2014
No puedo ocultar que soy una gran fanática del futbol y mucho más de nuestra selección Colombia.
Durante varios meses, muchos hemos seguido este gran grupo de jugadores y preparadores técnicos en busca de una razón para creer en un sueño.
Y aunque no ganaron la copa FIFA 2014, nuestra selección se ganó el corazón y la admiración de muchos alrededor de todo el mundo. Nos acercó un poco como colombianos, soñamos, reímos y lloramos en comunidad.
Nunca en toda la historia del futbol colombiano, nos habíamos sentido tan unidos con un solo objetivo.
A mi particularmente me deja mucho esta competencia.
- Una gran sonrisa con la cual permanezco casi todo el día.
- Un sentimiento de orgullo cuando mis amigos me envían mensajes de apoyo, diciéndome que Colombia ha demostrado todo lo bueno y lo maravilloso que durante años les he contado.
- Un sentido de pertenencia más visible en mi propio carácter y ánimo.
- Mejor reconocimiento mundial de Colombia como una potencia emergente de deporte en muchas disciplinas (fútbol, ciclismo, atletismo y muchas más).
- Un nuevo tópico de conversación en las reuniones de familiares y amigos.
- Nuevas recetas mundialistas. Una de cada país que competimos durante la copa.
- Ilusión y más motivos de seguir las carreras individuales de todos aquellos que hoy llamamos héroes.
- Admiración por todo el equipo colombiano, que demostró que es posible amarse como hermanos, padres e hijos. Y nunca se sintieron apenados de decirlo y demostrarlo en público.
- Nuevos pasos de baile y ritmos modernos de los cuales no tenía ni idea: “Ras tas tas”.
- Enseñanzas de que todo es posible si se trabaja para ello con honestidad, verraquera y amor.
- Nuevos fanáticos y defensores de nuestro equipo colombiano, incluido mi esposo, todos sus amigos y mucho de nuestros conocidos. Además de muchas celebridades que han manifestado su admiración y respeto por Colombia y su equipo.
- Y por último: un trofeo no significa que el ganador sea el mejor, solo significa que hay cosas que no se pueden cambiar tan fácilmente, pero aún así, no se ha dicho la última palabra sobre nosotros.
¡Prepárate Rusia, que allá vamos!
Escrito por:
Nohora Smith
